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Vehículos autónomos: el camino hacia un transporte urbano más barato y sostenible en Europa

Los ensayos respaldados con automóviles sin conductor para el transporte público podrían hacer de los centros de las ciudades europeas espacios más baratos, limpios, seguros, eficientes, inclusivos y justos

Vehículos autónomos en Noruega

En Groruddalen, un gran valle urbano en el nordeste de Oslo, Noruega, se están sentando las bases de un importante cambio en el ámbito del transporte urbano.

Cinco automóviles eléctricos autónomos empezaron a transportar a los ciudadanos por la zona a principios de febrero de 2025, marcando un hito en una iniciativa financiada por la UE para integrar los vehículos automatizados en los sistemas de transporte público.

El lanzamiento en Noruega es el primero de tres previstos en el marco de la iniciativa ULTIMO. El equipo de investigación se propone sentar las bases de los primeros servicios en el mundo de transporte público bajo demanda y a gran escala con vehículos autónomos.

La ecologización y digitalización del sector del transporte es un objetivo político clave de la UE, que está invirtiendo quinientos millones de euros en una colaboración público-privada sobre movilidad conectada, cooperativa y automatizada (CCAM por sus siglas en inglés).

La finalidad es desarrollar opciones de transporte público con el foco en la ciudadanía que sean más seguras, respetuosas con el medio ambiente e inclusivas, además de proporcionar nuevas e importantes oportunidades a la industria europea.

Transporte urbano bajo demanda

Se espera que los otros dos servicios piloto se pongan en marcha en fechas posteriores de este año, en la ciudad de Herford, al noroeste de Alemania, y en el distrito de Champaña del cantón de Ginebra, Suiza.

El equipo de ULTIMO reúne a empresas y asociaciones dedicadas a las tecnologías del transporte, autoridades del transporte, fabricantes, universidades y consultorías de siete países de la UE y Noruega y Suiza. Entre otras, se encuentran la Asociación Internacional de Transporte Público, Siemens y Capgemini.

La colaboración, que se desarrollará hasta septiembre de 2026, creará un modelo económicamente sostenible de vehículos automatizados «adaptables a la demanda» para el transporte de personas y bienes urbanos. Por lo tanto, a diferencia, por ejemplo, de los metros no tripulados, que se limitan a seguir una línea predefinida, las rutas podrán variar en respuesta a las solicitudes de los pasajeros.

La característica clave de la automatización a demanda es que los vehículos son totalmente autónomos en determinadas zonas claramente definidas, como Groruddalen. El sistema se basa en mapas 3D, radares, cámaras e infraestructuras conectadas para la toma de decisiones.

“Se trata de integrar vehículos autónomos compartidos en el sistema de transporte público”, comentó Christian Willoch, el asesor ejecutivo de innovación radical en Ruter, la autoridad de transporte público de Oslo.

Los nuevos sistemas automatizados se servirán de automóviles eléctricos, lo que reducirá considerablemente el impacto ambiental del transporte por carretera, que se estima que es el responsable de casi una cuarta parte de las emisiones globales de CO2 asociadas a la energía, según datos de la ONU.

Mejores conexiones

El impulso para integrar el transporte automatizado en los sistemas de transporte público se hace patente en todo el mundo.

La UE lidera la investigación en movilidad conectada, cooperativa y automatizada, la cual apoya mediante partenariados público-privados y financiando la investigación, además de iniciativas de desarrollo como ULTIMO.

Todos estos esfuerzos van encaminados a crear servicios de transporte público bajo demanda y, con el tiempo, integrar distintas opciones de movilidad públicas y privadas en una única plataforma digital para cubrir mejor las necesidades de los residentes dentro de las ciudades, e incluso de las regiones.

Tan solo es el principio

Tras un ensayo inicial para evaluar la experiencia de los s, ULTIMO ha lanzado su aplicación de uso público en Oslo. Esta permite a los s del transporte reservar y compartir un lujoso SUV eléctrico, el Nio ES8, equipado con tecnología de conducción autónoma.

La intención de los investigadores es añadir otras marcas de automóviles a la flota, priorizando los fabricados en Europa, cuando el servicio esté más consolidado. Por el momento, se trata de un servicio gratuito para los s, ya que un componente de la investigación consiste en valorar las estrategias de precios.

Willoch afirmó que la valoración inicial es muy positiva, pero reconoce que la flota de diez a quince automóviles que podría alcanzarse al final del proyecto tendrá que aumentarse considerablemente para que pueda funcionar como servicio público real.

“Consideramos que, para lograr verdadero impacto en nuestra zona y que los ciudadanos se planteen no utilizar sus coches privados, harán falta unos quinientos vehículos”, señaló. El aumento de la flota también reduciría los precios.

«Nuestros cálculos muestran que, con más vehículos, conseguiremos un precio por pasajero-kilómetro más bajo que el de los coches privados».

La reinvención de la movilidad urbana

Andreas Fehr, asesor en materia de conducción autónoma en DB Regio Bus, una empresa de autobuses regionales filial de la compañía ferroviaria alemana Deutsche Bahn, es el responsable de coordinar gran parte del trabajo llevado a cabo por los socios de ULTIMO.

Considera que, si estos sistemas de vehículos autónomos bajo demanda pudieran implantarse de manera efectiva a largo plazo, supondría una verdadera transformación del transporte público. No obstante, reconoce que todavía quedan una serie de retos por resolver.

Actualmente, los vehículos empleados en el proyecto todavía cuentan con un operador de seguridad humano a bordo, cosa que ya reduce la posibilidad de error humano y el tiempo de reacción y mejora la previsibilidad de la conducción, además de posibilitar la intervención humana en situaciones complejas.

A más largo plazo, el objetivo es no contar con este operador de seguridad, para lo que se precisan más avances en la tecnología de vehículos autónomos, como sensores mejorados y capacidad de respuesta ante sucesos inesperados. También se necesitará una tecnología de supervisión remota integral que combine vigilancia humana y programas de IA.

Asimismo, será necesario dotar los automóviles autónomos de servicios a bordo para cumplir los requisitos de seguridad de los pasajeros, al no haber conductor.

La supervisión remota aportará datos en tiempo real e información exhaustiva sobre el estado de las carreteras, además de permitir la intervención humana cuando sea necesario.

Otra dificultad radica en la necesidad de crear sistemas normalizados de vehículos autónomos para el transporte público, lo que facilitaría la coordinación de diferentes servicios entre sí y con las opciones de transporte público tradicionales.

“Estamos hablando con diferentes fabricantes para saber con detalle con qué información básica contamos para crear estándares de mapeo y API”, declaró Fehr, refiriéndose a interfaces de programación de aplicaciones que constan de conexiones entre ordenadores o entre sus programas.

Uno de los objetivos que se pretende alcanzar con los fondos concedidos al equipo de ULTIMO es hacer más accesible la movilidad para aquellas personas que cuentan con menos opciones de transporte público.

“Se trata de una gran oportunidad para ofrecer una movilidad más amplia a las personas que lo necesitan”, afirmó Fehr. El responsable espera que los modelos que cree el equipo posibiliten un cambio sostenible en la movilidad urbana y suburbana, y que también ofrezcan un mejor al transporte en zonas rurales y menos pobladas.

“Ojalá esto motive a más personas a no usar o comprar su propio coche y a utilizar un transporte público de movilidad compartida bajo demanda”, indicó. “Este es el tipo de transformación sostenible que nos hace falta como sociedad a nivel global”.

La investigación descrita en este artículo ha sido financiada con fondos del programa Horizon de la UE. Las opiniones de los entrevistados no reflejan necesariamente la de la Comisión Europea.

​Artículo publicado originalmente en Horizon, la revista de investigación e innovación de la Unión Europea.

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