¿Alguien es capaz de intuir adónde nos dirigimos?

Quienes pregunten a ChatGPT cuántos premios gastronómicos se repartieron en España en 2024 recibirán una respuesta decepcionante. Los algoritmos de la IA se muestran incapaces de medir su cuantía y solo citan algunos, como los Premios Alimentos de España y los Nacionales de Gastronomía. La realidad fue bien distinta. El pasado ejercicio se entregaron miles de galardones al hilo de un vendaval de convocatorias.

Casi en pura rutina otorgan premios las academias gastronómicas, la internacional en su rama española, la nacional y las regionales, las revistas del sector y de estilo de vida, los congresos, los diarios, las agrupaciones hosteleras, las diputaciones, los ayuntamientos y hasta las asociaciones vecinales. Durante los meses transcurridos en 2025, la burbuja ha continuado inflándose con soplos de ensimismamiento. En las últimas semanas, se han celebrado la Cumbre Internacional de Gastronomía por iniciativa de la Junta de Castilla y León en Salamanca, y los Premios Euskadi Gastronomika Sariak 2025 patrocinados por el Gobierno Vasco, aparte de decenas de eventos particulares que han generado innumerables reconocimientos. Eso sin contar los rutinarios concursos que premian de manera cansina las mejores fabadas, arroces, callos y espetos. O las convocatorias bajo el paraguas de fines benéficos, casi siempre con intenciones promocionales, que generan nuevos condecorados. En ningún caso sin dar de lado a los rutilantes días de recetas populares: el día mundial de las croquetas y cualquier otra cosa.

Premios y homenajes que convierten Instagram en una hoguera de vanidades. “Nos estamos desquiciando. Apuntamos al caos”, afirma el gran cocinero malagueño Dani Carnero, propietario de Kaleja. Tímido testimonio de las numerosas señales de alarma que emiten en privado los mejores profesionales ante una saturación preocupante. Tensiones que acentúan las guías al uso —Michelin y Repsol— con sus galas de estrellas y soles, además de los conocidos listados internacionales —The World 50 Best; The Best Chefs y OAD— que asfixian el escenario con podios que encumbran talentos. Y tras los trofeos, los alardes de los beneficiados que se apresuran a difundir sus méritos en las redes en un ejercicio de narcisismo desbocado.

Que el calendario gastronómico español se encuentra estrangulado con eventos es incuestionable. ¿Tiene sentido que la Gala de los Soles de la Guía Repsol 2025 celebrada el pasado 17 de marzo en Santa Cruz de Tenerife coincidiera en fecha y hora con la entrega de los premios Bib Gourmand 2025 de la guía Michelin en Granada?

La crítica gastronómica ha desaparecido, se escucha. No es cierto. Al menos una parte persiste, aunque sobreviva medio ahogada por las cataratas de comentarios que inundan las redes. A las alabanzas hiperbólicas que realizan los cocineros de los restaurantes de sus colegas se suman las reseñas de decenas de aficionados que se manifiestan de forma sincera. Y junto a ellos los que lo hacen inducidos por intereses económicos sesgados. Algo similar a las opiniones de determinados influencers que en número creciente supeditan las valoraciones de los locales que visitan a contraprestaciones crematísticas.

“Hemos convertido el sector en una jungla. La opinión es libre, pero el conocimiento es otra cosa”, afirma Juanjo López, propietario de La Tasquita, en Madrid, preocupado con tantos desvaríos. “Instagram nos está desquiciando. Los clientes están desorientados. En el sector nadie se atreve a exponer su pensamiento. A las aperturas siguen los cierres a ritmo alarmante. ¿Dónde están los clientes para tantos locales? Es posible que nos hallemos al borde de un descarrilamiento colectivo”, se pregunta.

¿Acaso ya se está produciendo? ¿Cuántos restaurantes se inauguran cada año en España? Más de 1.000 según el Instituto Nacional de Estadística. Lo inquietante —según recordaba hace poco Ferran Adrià— es que entre el 50% y el 60% de las aperturas cierran al cabo de un año. Y que el 70% o el 80% no alcanza los cinco años de vida. Porcentajes tan alarmantes como los que afectan al sector de los bares, en caída libre con cierres que se aproximan al 20% en la última década. A pesar de todo, las cifras del sector continúan en alza. ¿Alguien es capaz de intuir adónde nos dirigimos?

Especial Gastro de 'El País Semanal'

Este reportaje forma parte del Especial Gastro elaborado por 'El País Semanal' y EL PAÍS Gastro publicado el 8 de junio.